Dados los escenarios inciertos, convulsionados e impredecibles de los negocios para el resto del año, es necesario replantearse estratégicamente.
La estrategia tiene como base la Visión y la Misión de la empresa, sobre la cual se fijaran los objetivos de corto y mediano plazo, asignando los recursos necesarios y fijando las prioridades.
Una buena estrategia debe considerar objetivos claros, posibles y realizables donde converge la visión de los dueños, del personal ejecutivo y de los empleados de la empresa. Estos objetivos deben ser susceptibles de ser medidos, cuantificados y evaluados permanentemente, logrando explicar y corregir sus desviaciones a tiempo. Debe lograrse una sinergia y alineamiento de las metas y tareas, siendo este plan de conocimiento de todo el personal.
Solo un alineamiento estratégico, permitirá a las medianas y pequeñas empresas, especialmente familiares, hacer frente a estos desafíos y permitir desarrollo y crecimiento armonico.